
El coste de la mentira
Demasiadas horas sin excusa. Demasiados tonos de móvil sin contestar. Aunque era consciente de que algo pasaba, decidí que era mejor no saber. Bajar las orejas y esperar a no tener razón, a que el universo volviese a colocar todo donde debía, justo al momento mágico en que nos conocimos. Y, por supuesto, el universo […]